El artículo presente, aún en preprint, abordó la intrincada relación entre la psicosis, el tratamiento antipsicótico y las modificaciones estructurales cerebrales. La investigación se centró específicamente en el adelgazamiento cortical en pacientes que experimentan un primer episodio de psicosis. El estudio, diseñado como un ensayo aleatorizado, ciego y controlado con placebo —considerado un «estándar de oro» en el campo—, incluyó a pacientes jóvenes (entre 15 y 25 años) en su primer episodio psicótico y con mínima exposición previa a tratamientos. El objetivo fue dilucidar si los antipsicóticos inducen cambios estructurales cerebrales adversos o si poseen un efecto neuroprotector.
La medida principal empleada fue el grosor cortical. Los resultados mostraron una reducción generalizada del 2.21% en el grosor cortical en el grupo placebo. En contraste, los participantes del grupo control sano exhibieron un aumento del 1.25%. Esta disparidad sustancial resalta el impacto directo de la patología subyacente sobre la integridad estructural de la corteza cerebral. Adicionalmente, se identificó una correlación inversa entre las áreas cerebrales con menor adelgazamiento cortical y una mayor densidad de receptores específicos, como los GABA A/BZ, 5HT 1B/2B y H3. Estos hallazgos sugieren que el adelgazamiento cortical observado está intrínsecamente ligado a un proceso neuroprogresivo inherente a la enfermedad. Las variaciones en los resultados en comparación con estudios previos podrían atribuirse a diferencias metodológicas y a la complejidad de disociar los efectos directos de la medicación de la progresión de la enfermedad.
La presentación culminó con una activa discusión entre los asistentes, que aportaron valiosas perspectivas. Se debatió la idoneidad del «estándar de oro» en el contexto clínico de la psicosis de primer episodio y se profundizó en la complejidad de redes cerebrales como la Red de Modo por Defecto (DMN). Un punto particularmente notable fue la ausencia de correlaciones significativas entre los cambios cerebrales estructurales observados y los síntomas clínicos o los resultados funcionales de los pacientes. Asimismo, se exploró la relación entre los receptores GABA y el adelgazamiento cortical, sugiriendo un posible papel protector de un sistema GABAérgico robusto. La conversación también reconoció las limitaciones inherentes al estudio, como la selección de una cohorte de pacientes de bajo riesgo y el uso exclusivo de risperidona y paliperidona como antipsicóticos, lo que subraya la necesidad de futuras investigaciones.