RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN: PERCEPCIONES ANÓMALAS DEL “SELF” RELACIONADAS CON EL ESTADO DE HIPERACTIVACIÓN CEREBRAL EN LA ESQUIZOFRENIA.
En la sesión de hoy, nuestra compañera la Dra. Marta Hernández del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, ha presentado sus nuevos resultados de investigación sobre las percepciones anómalas personales, también llamadas del “self” o del “sí mismo”, en pacientes con esquizofrenia.
Estas percepciones anómalas son alteraciones en la comprensión o la relación con respecto a uno mismo. Son prevalentes desde las primeras etapas de la esquizofrenia y parecen mantenerse estables a lo largo del curso de esta enfermedad. En este trabajo se evaluaron empleando un inventario autoaplicado llamado IPASE (Inventario de Autoexperiencias Anómalas de Tipo Psicótico) cuya versión en castellano se está encargando de validar nuestro grupo de investigación SUCEDE, concretamente la Dra. Hernández como parte de su tesis doctoral bajo dirección del Prof. Vicente Molina.
Con el objetivo de caracterizar los fundamentos biológicos de estas experiencias anómalas, la Dra. Hernández ha realizado una investigación en la que 25 pacientes con diagnóstico de esquizofrenia realizaron la evaluación IPASE junto a un registro electroencefalográfico (EEG) que permite registrar la actividad cerebral (altamente cambiante) durante la realización de una tarea auditiva de atención y respuesta a un estímulo diana. El objetivo sería estudiar la relación en los pacientes entre sus experiencias anómalas personales y la posible desorganización de su actividad cerebral. Las medidas de actividad EEG seleccionadas para el estudio fueron: 1) la entropía espectral, una medida de la irregularidad de la actividad cerebral y, por tanto, de desorganización de esta; y 2) la “connectivity strength”, una medida global basada en teoría de grafos que informa sobre fuerza y densidad de las conexiones cerebrales durante la tarea auditiva. Es estudio resultó en que la alteración del “self” se asociaba significativamente con las medidas EEG, esto es, una menor fuerza de conectividad sincronía de la actividad cerebral en aquellos pacientes con mayores percepciones anómalas del “sí mismo”. Estos resultados sugieren que un cerebro hiperactivo e hipersíncrono puede predisponer a las experiencias anómalas del self, tales como obstaculizar la experiencia prereflexiva del origen propio de la actividad mental y la capacidad para identificarse como un individuo separado en el mundo.