REVISIÓN DEL ARTÍCULO CIENTÍFICO: Neuroimaging Heterogeneity in Psychosis: Neurobiological Underpinnings and Opportunities for Prognostic and Therapeutic Innovation (Voineskos et al., 2019)
A continuación, el Dr. Antonio Arjona, investigador postdoctoral, nos presenta un resumen de su revisión de este artículo científico.
En la actualidad uno de los principales objetivos de los investigadores en relación al diagnóstico de los trastornos mentales consiste en identificar biomarcadores fiables de éstos. La idea sería, por ejemplo, contar con pruebas que permitan la detección en la sangre de moléculas claras que confirmen los diagnósticos. Uno de los escollos que se encuentran los científicos a la hora de fijar estos biomarcadores es la heterogeneidad que presentan trastornos como la esquizofrenia o la psicosis en relación a aspectos como el cuadro sintomático, la respuesta al tratamiento, etc.
En los últimos años parece que se ha creado cierto consenso en relación a la idea de que muchos de los estudios científicos sobre trastornos mentales publicados hasta ahora han cometido errores importantes. Ejemplos de estos errores serían el uso de muestras de pacientes demasiado pequeñas o el estudio y la correlación de variables de forma aislada. Por ello, las directrices más modernas en este ámbito parece que abogan por hacer estudios con muestras bastante más grandes y usando métodos estadísticos más potentes. El objetivo final sería encontrar las varianzas compartidas entre todo el conjunto de variables cerebrales, genéticas y conductuales. Todo esto repercutiría de forma positiva en la mejora tanto de los métodos diagnósticos como del impacto de los tratamientos y las terapias.
Entre los avances conceptuales y metodológicos que han ocurrido en los últimos años con el fin de esclarecer la heterogeneidad en la esquizofrenia o la psicosis podemos destacar la creación de un marco de investigación (RESEARCH DOMAIN CRITERIA) que trata de unificar datos genéticos, neurocientíficos y comportamentales en los estudios de estos trastornos. Sería una investigación dimensional de la relación cerebro-comportamiento. Por otro lado, también cabe destacar también la aceptación de los trastornos infantiles como factores de riesgo de la psicosis y/o la esquizofrenia, así como el reconocimiento de las diferencias clínicas y neurobiológicas basadas en el género.
A nivel de análisis estadísticos, hay que mencionar que cada vez están proliferando más los estudios que tratan de aplicar técnicas estadísticas multivariadas y, en un segundo paso, pruebas de agrupación guiadas por datos. Las primeras permitirían incorporar múltiples datos cerebrales, genéticos y/o conductuales para analizar relaciones dentro de todo el conjunto de variables. Las segundas ayudarían a construir modelos de psicosis basados en agrupaciones (clusters) de variables biológicas, clínicas y cognitivas, independientes de categorías clínicas predefinidas. Ambas tendrían como objetivo último el aumento de la efectividad de los tratamientos y las terapias gracias a la definición de nuevos biomarcadores y regiones cerebrales dentro de subgrupos de pacientes más homogéneos.
Como conclusiones de esta revisión podemos decir que:
- Es improbable que exista un patrón de mal funcionamiento neuronal común a todos los individuos con esquizofrenia o psicosis.
- Es improbable que un mismo tratamiento tenga eficacia para todos ellos.
- Los enfoques dimensionales junto a los análisis guiados por datos pueden ayudar a convertir el desafío de la heterogeneidad en una oportunidad para redefinir los trastornos.