La comprensión de la actividad cerebral en estado de reposo es fundamental para desentrañar la patofisiología de diversos trastornos neuropsiquiátricos. Una investigación reciente, presentada por E. Osorio, aborda este campo a través del análisis de la complejidad cerebral mediante la Dimensión Fractal (DF) en señales de electroencefalografía (EEG).
La Dimensión Fractal cuantifica la irregularidad y complejidad inherente a los patrones de actividad cerebral. En el contexto del EEG, esta medida puede ofrecer información sobre la dinámica espacio-temporal del cerebro. El estudio se propuso explorar alteraciones en la complejidad cerebral en individuos con esquizofrenia, un trastorno que carece de biomarcadores temporales fiables para su diagnóstico.
La metodología incluyó el análisis de datos de EEG en estado de reposo de pacientes con esquizofrenia y controles sanos. Los resultados revelaron una disminución significativa de la complejidad cerebral (medida por el Índice de Dimensión Fractal, IDF) en la cohorte de esquizofrenia, particularmente en redes funcionales clave como las auditivas, de atención y de saliencia. Adicionalmente, se observaron correlaciones negativas entre el IDF y la severidad de los síntomas, sugiriendo una relación inversa entre la complejidad de la actividad cerebral y la psicopatología. Estos hallazgos posicionan el IDF como un potencial biomarcador, demostrando una capacidad discriminatoria prometedora.
En síntesis, este trabajo subraya la aplicabilidad de la Dimensión Fractal en el análisis del EEG en reposo para investigar cambios en la complejidad cerebral asociados a la esquizofrenia. La menor complejidad observada en los pacientes es consistente con la literatura existente, resaltando la relevancia de la dinámica cerebral en la comprensión de las alteraciones en la comunicación neuronal. Esta línea de investigación abre nuevas vías para el desarrollo de herramientas diagnósticas y de seguimiento en trastornos neurológicos complejos.